Para muchos de nosotros, un coche es una herramienta que nos permite desplazarnos de un lugar a otro con comodidad y rapidez. No obstante, hay automóviles que son sencillamente espectaculares, como el coche del que voy a hablar en este artículo. Una verdadera joya del diseño, pensada para mucho más que para ofrecer movilidad, ya que en su interior viaja el hombre más poderoso del mundo.

Un búnker sobre ruedas

Así es como se puede resumir la limusina en la que viaja Barack Obama, presidente de los Estados Unidos. Según el logotipo de marca que lleva en la rejilla delantera se trata de un Cadillac, aunque en realidad tiene poco o nada de lo que se puede encontrar en un coche fabricado en serie por esta marca. La limusina del presidente ha sido diseñada por los responsables de seguridad del Servicio Secreto, junto a la firma General Motors, atendiendo a todas sus peticiones.

Los materiales con los que se fabrica este vehículo son de uso militar, y es lo más parecido a un tanque de combate que puede circular por una carretera, incluyendo el armamento que lleve de serie, como lanzagranadas o ametralladoras. El chófer es un agente del Servicio Secreto entrenado para realizar maniobras evasivas, conducir en situaciones extremas y hasta reparar el vehículo en caso de avería. De no tener el conocimiento suficiente, a bordo también hay un mecánico.

Las ventanillas de esta limusina, apodada “La Bestia” por razones evidentes, están fabricadas con un material que resiste disparos que no podría soportar siquiera un chaleco antibalas. Las puertas son tan pesadas que casi no se pueden abrir desde dentro, tienen un grosor de 20 centímetros y pesan como las de un avión comercial. Los neumáticos están reforzados con kevlar y acero, lo cual permite seguir circulando a pesar de que hayan reventado.

Soporte vital

El equipamiento de esta limusina de auténtico lujo no se centra solo en la resistencia a los ataques. También se ha pensado en proteger a su ocupante ante cualquier incidencia. Por ello tiene un compartimento estanco para impedir que entre gas o algún agente tóxico, tiene una unidad de extinción de incendios y hasta llevar bolsas de sangre del presidente que un sanitario que viaja en el séquito podría utilizar en caso de emergencia. Además, el presidente tiene un botón en el que alertar a su chófer de que ocurre algo que requiere de atención.

En el maletero hay un tanque de oxígeno para garantizar aire limpio dentro del coche incluso en las circunstancias más extremas. Es lo más parecido a una habitación del pánico con soporte vital que se puede encontrar.

Sistemas de vigilancia

Una cámara de visión nocturna permite al conductor llevar el coche incluso si la luna delantera no tiene visibilidad. De este modo, incluso si un ataque intenta impedir que el conductor pueda ver, todos los intentos se verán frustrados, y este podrá llevar al presidente hasta un lugar seguro.

¿Un vehículo blindado? ¿Una limusina de lujo? En realidad, el coche del presidente es eso y mucho más.

Sonia Gonzalvez

Me encanta ensuciarme las manos con grasa y romper estereotipos.
FP de Grado Superior en Automoción.
Si, soy mecánica profesional de vehículos en un EuroTaller de Madrid.